
La orla es un producto que aumenta su valor a medida que el tiempo avanza. En nuestros archivos conservamos las placas fotográficas que hacíamos de nuestras orlas artesanales, desde 1989. En aquellos tiempos el proceso para realizar una orla era muy diferente al actual y, fácilmente, podíamos tardar hasta 15 días, desde que hacíamos las fotografías, hasta que presentábamos las orlas, por lo que la previsión en el tiempo era clave para poder llegar a las fechas de la promoción con garantías.
Cuanto más grande era la promoción, más grande era el original de la orla. Cortábamos las fotografías a tijera, se realizaban las orlas con paralex y se pegaban las fotos con pegamento; los nombres eran de letraset para los acabados Premium, o máquina de escribir manual, para las versiones más básicas; los titulares se podían hacer con transferibles y, las correcciones previas a las copias eran un suplicio si, por ejemplo, había un error en el orden alfabético porque , ese tipo de errores te obligaba a despegar todas las fotos y todos los nombres, uno a uno, para recolocarlos. Para realizar las copias de los alumnos era necesario hacer una reproducción en cámara de placas.